Pero claro, también quería relacionado con la música, qué tal un perro violinista? Pues vale...
Rápido el bichejo y rápidos los detalles, un alambre para el arco y un violonchelo un tanto peculiar.
Lo único que se me resistió fueron las letras, no había manera de que saliesen bien. O acababan en el suelo o destrozadas sobre la mesa.
Y ha sido la primera vez que me he quedado dormida mientras montaba un pastel jajaja
Os dejo unas fotillos:
Jajaja, tenía miedo que se le cayera el rabo! |
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