miércoles, 23 de noviembre de 2016

Reciclando restos

No sé si os pasa en vuestras cocinas, compráis algún ingrediente para algo muy concreto que vais a preparar y al final no se cocina o lo usáis pero sobra, y queda relegado a un solitario estante de la cocina, y por ende al olvido.
Cada tanto lo ves y piensas, debería gastarlo, pero en la intención queda la cosa.

Algo parecido me pasaba con unos galets que compré un año que me empeñé en que haría escudella por Navidad. Como imaginaréis no hice la dichosa sopa, y quise darle salida a los fideos preparando un caldo, pero son tan grandes que al cocinarlos quedan monstruosamente enormes en el plato y no me resulta nada apetecible ni práctico.
Así que llevaban los pobres fideos en un bote desde hace un par de años por lo menos, cuando vi en instagram un vídeo de Jamie Oliver (si no habéis leído/visto nada de este hombre os recomiendo que vayáis corriendo a hacerlo!), preparando unos canneloni rellenos.
Y pensé, yo esto lo hago con los galets! Y los gasto por fin! jajaja
Aunque más o menos la esencia es la misma, modifiqué varios ingredientes que no tenía o no quería utilizar y quedó igual de apetecible!

No soy mucho de cantidades cuando cocino, así que os pongo lo que gasté para hacer la fuente que veis, y la cantidad de galets serian algo menos de medio kilo creo. Pero como digo siempre, lo que sobre a la nevera y las sobras son estupendas para apañar una comida con prisas.

Al lío, que me voy por las ramas, para preparar una fuente generosa como la que veis utilicé:

- 3/4 paquete galets (el tamaño no es de los más grandes pero si lo vais a hacer expresamente recomiendo los enormes que son más fáciles de rellenar, con estos sudé un poquito)

- 6/8 hojas de acelga con sus pencas

- 1 cebolla grande

- Tarrina de requesón (unos 250gr aprox.)

- Bote grande de tomate entero al natural

- 3 dientes de ajo grandes

- Chorrito de vino blanco

- Aceite, sal, pimienta, orégano... las especias habituales


Para empezar, haremos el sofrito con las acelgas cortadas en juliana, la cebolla y los ajos prensados en lugar de cortados, ya que así sueltan mucho más sabor. Como se nos quedará seco enseguida, añadimos el vino, dejamos reducir y si vemos que sigue faltando líquido antes de que esté hecho añadimos un poquito de agua. Cuando vemos que las pencas estan transparentes retiramos del fuego.
Cuando haya templado un poco mezclamos con la tarrina de requesón y rectificamos de sal y pimienta.

Con la ayuda de una cucharita de café, iremos rellenando los galets y colocando en toda la base de la fuente, con la abertura hacia arriba.







Una vez hayamos acabado con todos los galets, haremos la salsa.
En un recipiente en que podamos triturar bien ponemos los tomates con el jugo de la lata, un chorrito de aceite de olida, sal, pimienta y un puñado generoso de orégano (también le quedaría perfecto albahaca o hierbas provenzales). Trituramos bien con el turmix hasta que quede homogéneo, y con esta mezcla bañamos los fideos. Os recomiendo que pongáis una parte del tomate hasta cubrir, y a media cocción, cuando veáis que la pasta lo requiere pongáis la otra mitad. Podéis utilizar salsa si ya tenéis preparada y os sobra, pero es importante que sea líquida ya que la pasta se cocerá en ese líquido.





Cocer en horno precalentado durante unos 40', o hasta que la pasta esté al dente. Recordad que hay que vigilarla para que tenga liquido siempre.
Cuando esté hecha podéis ponerle un poquito de queso encima y gratinar, pero creo que el sabor del relleno no necesita nada más.

Si lo probáis contadme qué tal os ha quedado!


domingo, 6 de noviembre de 2016

Un Adiós y un Hola

Veo que mi última entrada fue hace más de cuatro años. Madre mía...

Al principio la falta de adtaulización del blog fue por falta de tiempo, al fin y al cabo ya subía las fotos de mis pasteles a Facebook así que la gente que me conocia y me seguia por esa red podía estar actualizada. Pero después, el motivo principal y más importante es que dejé de hacer pasteles.

La repostería creativa despertó una parte de mí que no sabía que poseía, fue una pasión y una evasión durante una época complicada de mi vida, pero como me dijo alguien una vez, cuidado con morir de éxito.
Y eso fue lo que me ocurrió. Yo trabajaba  y estudiaba, y sacaba horas de donde no tenía para dedicarlos a mis pasteles. Era muy gratificante ver de lo que era capaz, la cara de la gente cuando veían ese pastel que se habían imaginado convertido en realidad.
Pero también era agotador, y tuve que empezar a decir no y rechazar encargos (me costó lo mío darme cuenta que no podía hacerlo todo, es uno de mis sinos...).
Poco a poco dejó apetecerme hacer nada, guardé todos mis artilugios en un armario y de vez en cuando los saco para un cumpleaños especial o un regalo para alguien que aprecio. Pero muy de vez en cuando.

Quizá dentro de un tiempo me dé otra vez por ahí, quién sabe, aunque creo que ese momentó ya pasó. Ahora mi vena creativa me ha llevado a la costura, y sigo fuerte con mi pasión principal, la cocina.

Por eso he decidido seguir con el blog, porque me apetece seguir compartiendo lo que creo con mis manos, ya sea gastronomía, manualidades, o lo que se me ocurra.

Así que planeo ir actualizando poco a poco de nuevo, y si queréis estar al día de lo que se cuece en mi cocina os invito a seguirme por Instagram.

Nos vemos pronto!
 

Santas Manos Template by Ipietoon Cute Blog Design