En este caso sin embargo era un poco más complicado. Me apetecían espinacas a la crema, tenía espinacas y tenía nata. El problema? Que estoy en plena operación bikini y no quería gastar mi capricho de la semana en eso.
Así que dando vueltas por la cocina llegué a un compromiso con las espinacas y cené espinacas a la crema sin crema.
Paso de cantidades porque como la mayoría de cosas que me invento son a ojo.
Espinacas a la crema sin crema
- espinacas congeladas
- leche
- quesitos tipo el caserio light (normales deben estar más ricos pero es lo que había en la despensa!)
- sal y nuez moscada al gusto
- espesante para salsas
Descongelar un poco las espinacas en el microondas, lo justo para que suelten algo de agua. En una cacerola poner las espinacas y añadir leche, no hay que pasarse porque luego quedará caldoso. Es decir, sin cubrirlas.
Añadir la sal y la nuez moscada y cocer fuego lento hasta que las espinacas estén cocidas a nuestro gusto. Entonces añadir una cucharadita de espesante y remover bien hasta que se haya disuelto del todo.
Retirar el fuego y añadir los quesitos cortados a trocitos. Remover hasta que se hayan fundido todo lo posible.
Dos consejos: no os paséis con la sal que las espinacas son traicioneras, piensas que no saben a nada y te emocionas con el salero y luego queda muy salado; y los quesitos no se fundirán del todo, pero ayuda que esté caliente así que añadid el queso en cuanto lo saquéis del fuego!
No es lo mismo, no os voy a engañar, pero para matar el capricho es muy apañado.
Os pongo una foto del durante, no tuve tiempo de sacar el resultado final, tenía demasiado hambre jajaja
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